sábado, 19 de marzo de 2011

EL “VOSEO” EN EL ESPAÑOL NICARAGUENSE


Por  Maestra Francis Mendoza Morán
UNAN-Managua
¿Qué es el voseo?, según  el Diccionario Panhispánico de Dudas indica que: … “voseo es el empleo de la forma pronominal vos para dirigirse al interlocutor”. La estudiosa Vaquero considera que: “El voseo es, sin duda, uno de los fenómenos morfosintácticos más importantes en el español de América, no sólo por su extensión (ocupa la tercera parte del continente, y es general en la Argentina), sino por las repercusiones que tiene en el paradigma verbal”. (Vaquero 1998: 22).
En América, se dan tres posibilidades de fórmulas de tratamiento:
a) La propia de la América tuteante, donde hallamos para la segunda persona singular de confianza y usted para la segunda de respeto.
b) La propia de la América sólo voseante, donde la forma de confianza vos coexiste con la de respeto usted.
c) La de la América tuteante-voseante, donde el vos se restringe al ámbito sumamente íntimo; el , para la confianza intermedia; y el usted, como forma de respeto.
Como se observa, Nicaragua se ubica en la forma de tratamiento voseante (inciso b). Lo usamos, generalmente, para demostrar ‘confianza’ y también con otras particularidades tanto en la expresión oral, como en la escrita.
Es necesario hacer un poco de historia para  comprender  este fenómeno morfosintáctico. Sus raíces surgen en el periodo de la conquista y primeros años de la colonización. Así hablamos de un voseo reverencial, éste consiste en el uso de vos para dirigirse con especial reverencia a la segunda persona gramatical, tanto del singular como del plural. Esta fórmula de tratamiento de tono elevado, común en épocas pasadas, sólo se emplea hoy con algunos grados y títulos, en actos solemnes, o en textos literarios que reflejan el lenguaje de otras épocas. Las diferencias de clases económicas al usar el vos era la forma que se usaba para marcar despectivos en el trato a los inferiores, pues estuvo reservado para la élite, realeza, nobleza, mercaderes y políticos.
A través de estudios morfosintácticos que se han realizado en Nicaragua, se ha podido demostrar que  el caso de os es como la forma de complemento directo (os vi) y de complemento indirecto sin preposición (os digo) no representa un uso constante. Solamente en algunos contextos lingüísticos determinados. Ejemplo: al leer lecturas bíblicas en ritos religiosos. (Expresión escrita).
A través de alumnas egresadas (UNAN-Managua) de la carrera de Filología y Comunicación Arancibia Sandoval, Estela Carolina y Rodríguez Flores, Oreana Lily, en la investigación titulada  El voseo y otras formas de tratamiento en algunos hablantes del barrio Pablo Úbeda de Managua que  veintiséis hablantes entrevistados de ese sector utilizan el voseo para manifestar ‘confianza’. El nivel académico no influye en el uso del vos y predomina tanto en jóvenes como en adultos. Se usa el voseo en la vida cotidiana por ‘costumbre’. Entre los amigos expresa ‘confianza’. Entre la relación de pareja (sentimental)  adquiere el sentido de ‘confianza’. Estos datos resultan valiosos y corroboran la idea cuando Moreno de Alba cita a Páez Urdaneta (1981,11), éste escribe ciertamente que el voseo “es un fenómeno con correlatos históricos-culturales y que, por lo mismo, es un fenómeno con actuales implicaciones sociales y psicosociales”. (Moreno 1993:179).
El autor nicaragüense Ernesto Cardenal comenta que lo idóneo sería escribir a como se habla. Por supuesto que tal afirmación ofrece un enorme abanico de variadas discusiones. Así pues, en uno de sus escritos  sobre la diversidad de lenguas  señala: “En Nicaragua no hablamos de sino de vos, y sin embargo, los poetas no usábamos el vos en la poesía. Mi poema más conocido es uno de juventud que empieza con esta línea: Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido. Y es que no nos atrevíamos a escribir como hablábamos. A mí me tocó ser de los primeros que se atrevieron. Y fue un logro muy importante cuando lo hicimos. Ahora todos los poetas nicaragüenses escriben con el vos. El poeta José Coronel Urtecho me decía que él antes no podía escribir el vos ni en las cartas a su madre”. (Cardenal 1998: 68).
A continuación se presentan algunos ejemplos de Ernesto Cardenal, donde efectivamente se observa el uso del pronombre vos. A la vez obsérvese el comportamiento del paradigma verbal (Cardenal 1989). … pero después de esa lucidez volvés otra vez a los clichés, los slogans. Cuando vos te me vas / yo voy detrás de vos/y cuando yo soy quien me voy/ vos vas detrás. (551).
Mirá lo que yo hice por vos, / por tu pueblo, pues /Mirá esas letras, y no dudés de mi, tené fe / hombre de poca fe/pendejo. (208).
Cuando recibís el nombramiento, el premio… (209).
En todos los enunciados expuestos, el autor hace uso correspondiente en cuanto a la relación: vos ® volvés, mirá, dudés, tené y recibís. Lo que indica que el paradigma verbal mantiene concordancia sintáctica con el uso de este pronombre.  Este uso coincide con  lo asegurado por Lipski  cuando señala que: “En Nicaragua solo vos es pronombre familiar. Las formas verbales están acentuadas en la sílaba final (Aleza, cita a John Lipski).
También existen otros autores que reflejan el uso de esta variante morfosintáctica, así se puede ejemplificar también a:
¡Caramba cipoté!, te estoy dando de comer y vos me salís con esa brutalidad. Sos un puñetero de porra, te merecés un buen querque, si estuviera Pepe aquí le ordenaría que te diera un buen chillazo. Tenés la mente torcida o es que estás viendo todo con aumento. (Espinoza 1998: 95).
Quiero que lo busqués para que me digás cómo es, porque en cuanto pueda me escapo con él. (Belli 1990: 65).
Hoy, sentado en tu cama, más calmo que nunca, Ladislao, te hacés y rehacés, no sin temor, las mismas preguntas, confirmás las mismas dudas, y no acertás todavía a responderte nada, absolutamente nada. (Uriarte 1996: 80).
A vos te consta que si he tenido defecto de ser violento,… (Ramírez 1980: 50)
Un gran análisis surge alrededor de estos usos. Esta breve documentación demuestra que en la expresión escrita, y de grandes autores, se utiliza con naturalidad este fenómeno. A través de sus expresiones manifiestan la proyección de una literatura adaptada a la realidad de su pueblo. Independientemente que se pongan en función los niveles de lengua, la presencia del voseo es insustituible.   
Como se ha indicado anteriormente el uso del voseo se ha considerado como una forma agramatical o incorrecta. Actualmente la Real Academia de la Lengua Española, ha incluido a este pronombre personal a la par o como equivalente del tú. Nótese el siguiente ejemplo del verbo amar: Presente del indicativo.  (DRAE: 2001). amo /amas/ amás /ama/ amamos/ amáis / aman/ aman. Esta conjugación la podemos observar en: Mirá lo que yo hice por vos, / por tu pueblo, pues /Mirá esas letras, y no dudés de mi, tené fe / hombre de poca fe/pendejo. (Cardenal 1989: 208).
Efectivamente, los nicaragüenses usamos el verbo amar en segunda persona del singular del modo indicativo a como se indica anteriormente. De igual manera, se observa el uso del vos en la segunda persona del singular en el modo imperativo. Sí usamos oralmente la forma: amá vos o vos amá.
 Veamos el modelo de conjugación verbal a continuación: ama (tú)  /amá (vos) amad (vosotros) /  amen (ustedes). Así lo confirma Moreno de Alba al decir que:”en el voseo se usan los imperativos sin –d (cantá, poné, vení)”. (Moreno 1993:.181) Como se observa en el habla nicaragüense, efectivamente sí se utiliza esta variante morfológica.  
En la actualidad, para el uso del tiempo futuro de indicativo se usa la forma de singular en la mayoría de las zonas voseantes,  pocas conservan el voseo (vos comerés o vos comerís). Esto se debe a que el futuro es una forma propia del habla escolarizada, puesto que las formas vulgares son perifrásticas. En la literatura  gauchesca se registran algunas veces el futuro voseante (vos sabrés o vos comerés), pero estas formas son desconocidas en el rioplatense actual.
Al usar el vos en los condicionales y en los imperfectos de indicativo y de subjuntivo, concuerdan las personas y vos. Son homomórficas por evolución al ser el voseo monoptongado. También resultan homomorfos por evolución, por la misma causa, los verbos estar, dar, ir y ver.  Ejemplo del verbo estar modo indicativo, presente imperfecto o copretérito: estaba/ estabas/ estaba/ estábamos/ estabais / estaban
estaban.
Producto de esta situación se ha demostrado que la mayoría de los hablantes nicaragüenses aspiramos el fonema fricativo, alveolar, sordo /s/ en diferentes contornos lingüísticos. Esto tiene mucha relación con la explicación morfosintáctica que afirma que la marca (-s) de segunda persona del singular desaparece cuando se trata del pretérito perfecto simple (pretérito) del modo indicativo.  Esto se observa de igual manera al conjugar el verbo amar en pretérito  perfecto simple: amé/ amaste/ amó/ amamos/ amasteis / amaron/ amaron.
Sin embargo, en la pronunciación descuidada suele escucharse [a’mahteh] (amastes). Contradictoriamente esa “s” va incluida en la estructura morfológica, pero se pronuncia aspirada. Mientras tanto, en el habla cuidadosa, es decir en la forma culta, no está presente esta marca y no suena como una aspiración. Se mantiene [amásteÆ]  (amaste).                                      
Y en el modo subjuntivo del pretérito imperfecto o pretérito del verbo estar ocurre lo siguiente: estuviera o estuviese/ estuvieras o estuvieses/ estuviera o estuviese/ estuviéramos o estuviésemos/ estuvierais o estuvieseis / estuvieran o estuviesen/ estuvieran o estuviesen. Efectivamente, los nicaragüenses usamos estas formas conjugadas.
En el caso del pretérito perfecto simple, la segunda persona del plural, proveniente de la forma latina -stis > -stes, conserva su -s final. En la Península, ésta suele pasar, por analogía, a la segunda del singular. En nuestro país, por ultracorrección, quitamos la -s de la forma voseante. Entonces origina: cantaste. Este uso es acompañado por la variante fonética ‘aspiración u omisión de /s/’. Así pues, notamos que en Nicaragua el pronombre personal vos en esos tiempos y modos descritos son usados con esa estructura morfológica.
Producto de las aclaraciones y especificaciones anteriores en el voseo nicaragüense se originan las siguientes expresiones equivalentes: Tú vos / A ti a vos / Para ti para vos / De ti     de vos / Contigo    con vos / Sin ti    sin vos / En ti  en vos / Para ti mismo (a)    para vos mismo (a) / Salir de ti     salir de vos / Tú has ido  vos has sido / Tú habéis ido   vos has ido (habéis ido) / Tú eres  vos sos.
Estas ejemplificaciones muestran la variedad de este fenómeno, sin embargo en nuestro país le asignamos un característico uso que se adapta a las variaciones regionales que surgen en la forma particular en que hablamos el español.
Diatópicamente si trazamos un mapa sobre la expansión del voseo en América, vemos que las zonas que se han conservado voseantes son las que estuvieron más alejadas de la Península. Si descendemos en el mapa, encontramos voseo en los estados del sur de México, Chiapas y Tabasco, que históricamente tuvieron un mayor contacto con la Capitanía General de Guatemala.
También persiste el voseo en Centroamérica, en tanto que se ha perdido en las Antillas, que siguieron unidas a España hasta fines del siglo pasado, es el caso de Cuba y Puerto Rico, además de ser tránsito obligado de las naves que venían de la metrópoli. Respecto de Santo Domingo, pudo también influir el hecho de tener, desde antaño, una  Universidad muy importante.
El voseo persiste, asimismo, en la zona andina de Colombia y de Venezuela. Hay voseo en la zona serrana y costera del Ecuador, en algunas provincias del norte y del sur de Lima, en el Perú: al sur, principalmente en Arequipa y al norte en Ancash, San Martín, Huánuco y Cajamarca. En Bolivia, donde, en los niveles populares, existe en todo el país. En Chile y en el Rio de la Plata.
Desde el punto de vista de la extensión diastrática  puede decirse que hay  niveles de uso, el Río de la Plata es la única región en que el voseo forma parte de la norma culta. Prácticamente la Argentina, el Paraguay y el Uruguay, junto con Costa Rica, son las únicas zonas que han excluido el del paradigma. Pero en Costa Rica, como en otras zonas de América del Sur, el voseo contiende con el "ustedeo", es decir, el empleo del usted para las situaciones de confianza; por ejemplo, en Costa Rica, los niños en la escuela se tratan entre sí de usted.
El resto de Centroamérica también emplea el voseo. En Nicaragua, como ya se indicó  anteriormente, su uso abunda en la lengua oral, pero se tiende al tuteo en la escritura.  El Salvador y Honduras alternan el uso voseante con el tuteante.
Panamá es el más tuteante de los países centroamericanos. El vos se localiza en la zona occidental y en áreas donde el elemento indígena es predominante. En cambio, en las zonas donde prevalece el elemento africano, el uso es tuteante.
Algunas críticas se escriben y se escuchan alrededor de que nosotros usamos el pronombre personal vos porque somos “confianzudos”. Lipski dice: “Los nicaragüenses utilizan con toda libertad vos con los conocidos, lo que les da fama de ‘confianzudos’. (Lipski 1996:313). Esto no se puede aceptar rotundamente. Solamente el usar el significante ‘confianzudos’ es para nosotros ‘despectivo’. No necesariamente se utiliza el vos para expresar ‘confianza’, sino también ‘amistad’, ‘afecto’, ‘seguridad’…y otros. Depende el contexto lingüístico en que nos encontremos. Por ejemplo, al abordar aun taxi (transporte selectivo) o un bus urbano (transporte público) no nos dirigimos hacia el chofer de vos, sino de usted con el sentido de manifestar ‘distanciamiento’… y otros. Entonces, podemos expresar ‘confianza’ o ‘respeto’, dependiendo a quién nos dirigimos, dónde nos encontramos y de qué hablamos.
Tenemos que tener claro que Nicaragua forma parte de los países latinoamericanos que usan el “vos” en vez del “tú” como segunda persona del singular. En la escuela primaria y clases de gramática se enseña a usar el tú, pero en la vida cotidiana y en la socialización siempre reina el “voseo”. Verdaderamente que es el vos el que el niño, adolescente, joven y adulto escucha en su realidad lingüística. Sin embargo, este fenómeno ha trascendido al uso en la forma escrita de algunos autores nicaragüenses, lo que demuestra su vigencia e importancia sociolingüística. Por ejemplo:
-Pero… ¿No querés saber qué ocurre?, comprobálo vos mismo; arriesgáte un poquito, abrí los ojos y leé.  (Espinoza 2007: 51).
-Qué lindo quedó- dice la Eulalia, acariciando la falda de volantes-vamos, mijita, no seás mala, ponételo, quiero ver cómo te queda… (Belli 1990: 25).
Ah- se dijo, mientras se levantaba a ver si ya comenzaba a hervir el agua del café-, pobre vos, Concepción, si  entonces eras como un animalito, encerrada en aquel enorme convento. (Uriarte 1996: 79).
-Cometés el error de muchos, creerse capacitado para juzgar. (Barquero 2006: 70).
Y vos, que el álbum artístico lo tenían tus socios,… (Ramírez 1980: 17).
Los nicaragüenses usamos el pronombre personal  usted (término latinoamericano que nace como diminutivo de la expresión colonial castellana “vuestra merced”). A las personas adultas generalmente se les trata de usted, y al referirse a un señor o una señora se antepone el “don” o el “doña”: don Rafael, doña Sofía, don Mario, por ejemplo.
De igual manera, al dirigirnos hacia nuestros profesores lo tratamos de usted y nunca de vos. Desde el punto de vista social, tratar a un profesor de vos no se aprueba positivamente, a menos que esos tratos se adapten a usos restringidos lingüísticamente.  
El vos en Nicaragua goza de prestigio lingüístico, con sus particulares características de uso. Al hablar del  fenómeno morfosintáctico voseo debemos tomar en cuenta elementos diatópicos, diastráticos y diafásicos de una comunidad determinada de hablantes.
Existe la urgencia por realizar estudios dialectales y sociolingüísticos,  donde se reflejen informaciones morfosintácticas del español que hablamos los nicaragüenses: voseo, ustedeo, leísmo, laísmo, loísmo, perífrasis verbales... y otros. Próximamente se publicará el estudio sobre  el Atlas Lingüístico de Nicaragua, correspondiente a la parte morfosintáctica y ahí tendremos una panorámica específica de esta variante: el voseo.
Francis Mendoza Morán
Maestra en Lexicografía Hispánica
UNAN-Managua

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