El trabajo arduo y la comunicación permanente entre la Real Academia de la Lengua Española y las diferentes academias hispanas, representadas a través de Asociación de Academias de la Lengua Española, han obtenido un fruto lexicográfico maravilloso. Me refiero a la próxima aparición, y segura presentación en Nicaragua, del Diccionario de Americanismos.
Según D. Humberto López Morales, las dos principales comisiones colaboradoras en esta tarea son la Comisión Asesora y la Comisión Interacadémica. La Asesora ayudó en áreas diferentes al Director del Proyecto (Don Humberto López Morales) y la Interacadémica, en reuniones especializadas, también cumplió con lo propuesto.
Por otra parte, el equipo de redacción, en Madrid, que está estructurado por lexicógrafos españoles e hispanoamericanos, realizó lo encomendado. Hay que destacar que estos estudiosos aplicaron sus conocimientos y experiencia. Además, disponían de fuentes, documentación, muy importantes. Eso facilitó la preparación de los primeros borradores de cada letra. El DA (Diccionario de Americanismos), contó y tomó en consideración al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), de éste se retomaron las palabras con marcación diatópica americana y se trasladaron a la base de datos, esto fue un total de 28,000 lemas (palabras).
El profesor H. Morales, destaca el aporte significativo del programa informático ARU, que fue preparado especialmente para este proyecto. En él se reúne los casi 150 diccionarios de americanismos (generales y nacionales) publicados desde 1975 hasta la fecha. Y agrega que aún hay algunos inéditos. En ARU, Morales, resalta al Departamento de Tecnología de la Real Academia.
Meritoria es la colaboración de los trabajos realizados por los alumnos egresados de la Escuela de Lexicografía Hispánica. Desde, aproximadamente, el año 2003 hasta la actualidad en cada país hispano existe una representación valiosa y los aportes de éstos son tomados en cuenta vía electrónica a través de las Academias correspondientes.
Todos los materiales antes expuestos constituyen un conjunto integral para el estudio de una palabra americana. Facilitan al redactor (del DA), un acercamiento directo a la descripción de un artículo (toda la información de una palabra) determinado. A esto se suma la función que tiene la Planta, que es un instrumento que detalla y sirve de guía para la elaboración de cada entrada lexicográfica como: información etimológica, marcación diatópica, información gramatical, características de la definición, especificación de sus contornos y otros aspectos del artículo.
El estudio de algunas letras, como por ejemplo la letra C, que por su extensión son complejas, se envió a América en seis secciones (Academias americanas, desde la Norteamericana hasta la chilena y la Argentina). Así pues, es que en cada una de las Academias inicia el trabajo de revisión de las diferentes palabras y de los restantes aspectos que conforman la estructuración del artículo. Esta fue la principal y la más significativa labor lexicográfica realizada en el Diccionario de Americanismos. Los borradores preparados en Madrid, fueron provisionales. Los redactores hispanoamericanos aportaban solamente acorde a su competencia lingüística, mientras tanto los demás no tenían demasiada experiencia en el dominio del español de América.
El profesor Humberto, destaca la labor de los equipos lexicográficos de cada una de las Academias, organizadas por uno o varios académicos y los becarios correspondientes. Éstos desarrollaron la revisión de los borradores, letra por letra y según orden alfabético. Este trabajo fue basado en la experiencia idiomática. Después de revisados los materiales por cada una de las Academias americanas y regresados a Madrid, se incorporaron las correcciones u observaciones según algunas convenciones informáticas que permitieron la lectura electrónica de los cambios realizados.
Vale resaltar que en el Diccionario de Americanismos, las revisiones u observaciones realizadas por cada una de las Academias americanas, en su totalidad fueron respetadas. De manera que el Diccionario que usted prontamente podrá obtener y tener en sus manos, representa una riqueza lingüística para los hablantes de habla hispana, especialmente para los americanos.
El Diccionario de Americanismos se caracteriza por ser: dialectal, diferencial, descriptivo, usual, descodificador y actual. Dialectal, porque se ocupa desde los Estados Unidos hasta Chile y la Argentina, en el extremo sur del continente. Es decir, que la obra es un diccionario del español de América. Diferencial, posee esta característica en relación al español general. (Entendemos por español general el conjunto de términos comunes a todos los hispanohablantes como cama, sol, agua y otros). En la Guía del consultor, del DA, se especifica que no se trata de establecer contrastividad con respecto al español de España y que se ha tenido mucho cuidado con aquellos términos usados en España y en América con acepciones total o parcialmente diferentes. Descriptivo, porque carece de carácter normativo y no da pautas para el “bien hablar o escribir”, ni silencia términos considerados por la comunidad como malsonantes, tabuizados, vulgares, extranjerismos, neologismos, ni palabras que aluden a cuestiones de sexo-género, procedencias, defectos físicos o morales , ni términos de la drogadicción, el narcotráfico, la delincuencia y otros que pudieran herir alguna susceptibilidad. Acorde a esta característica es que el DA respeta las diversas variantes gráficas de la palabra, por ejemplo en pinchinga / pinchingo. Usual, por lo que recopila términos con gran frecuencias de uso manejados en la actualidad, de frecuencia de uso baja y otros que han sido demostrados como obsolescentes. Estos a su vez se indican con la marcación cronológica respectiva. Por eso el DA ha tenido que ser selectivo, por el espacio limitado que presenta. Las futuras producciones lexicográficas nacionales permitirán el ingreso de nuevos lemas con estas características y podrán demostrar lo rico, amplio y variado del léxico americano. Descodificador, porque está diseñado para ayudar al usuario a entender cualquier unidad textual de ese enorme corpus y finalmente es Actual, porque abarca aproximadamente los últimos cincuenta años.
El Diccionario de Americanismos va a considerar americanismos léxicos a: los lexemas autóctonos de América y, en caso de haberlos, sus derivados (caite); creaciones originales americanas (sifrino,-a); criollismos morfológicos (abrazadera); lexemas de procedencia española con cambio o especificación de contenido semántico (pito); arcaísmos españoles vivos en América (caravana) y lexemas procedentes de otras lenguas tanto antiguos en el español americano, afronegrismos (matungo) o recientes (jamper).
Sin embargo, esta obra lexicográfica no incluye en la macroestructura acrónimos ni nombres propios. Pero aclara que éstos pueden presentarse en forma lexicalizada como en julia. (I. 1. f. Mx. Furgón de la policía para transportar detenidos. pop. + cult. → espon.).
También excluye derivados nominales (diminutivos, aumentativos, superlativos y despectivos), tampoco los verbales (participios activos y gerundios), ni adverbios en –mente, a menos que sean de formación irregular o que hayan alcanzado un significado diferente.
En relación a la microestructura, debe indicarse que está conformada por lo que llamamos artículo. Cada uno de ellos conforma un lema (que es la entrada o título del artículo, como por ejemplo: ajilado,-a; ajochar; ajotar; ajuate y demás. Cada uno de los artículos expuestos, especifica acepciones (variadas definiciones), fórmulas, locuciones, frases proverbiales y remisiones. A todo esto se le considerará artículo lexicográfico.
El Diccionario de Americanismos recopila seis tipos de unidades lexémicas: simples (baderear(se)) y compuestas (cuidapalos), fórmulas (de tratamiento: angú; de comunicación: aló; léxicas: dizque. Los lexemas complejos se caracterizan porque su contenido semántico equivale a la suma de los significados de sus integrantes, como en alcaldía. a.|| ~ auxiliar. f. Gu, Ho, Ni. Lugar donde se halla la sede y la auxiliar.
Las locuciones presentadas se caracterizan desde dos puntos de vista: a) semánticamente, porque su significado general no coincide con la suma de significados de las palabras que las integran y es siempre, total o parcialmente, metafórico y b) sintácticamente, por corresponder a una clase de palabra (sustantivo, adjetivo, verbo, interjección,etc.) y por desempeñar una función gramatical determinada dentro de la oración simple, como sujeto, complemento u otro. Se destacan diferentes tipos de locuciones que el lector podrá disfrutar en sus consultas como las de tipo: sustantivas (indio. ~ viejo); adjetivas (boca. ~ floja); verbales (comer(se). ~ un garrón); adverbiales (jefe,-a. como ~ ); interjectivas (macana. a la ~) y por último las frases proverbiales como (jaula. ¡qué linda la ~ y qué feo el pichón!). Cabe destacar que las frases proverbiales se caracterizan también semántica (su significado original no coincide con la suma de significados de la palabras que la integran) y sintácticamente, por no desempeñar funciones gramaticales dentro de la oración simple, sino que son independientes.
En cuanto a la lematización, el DA brinda una relevante importancia a sustantivos, adjetivos, verbos, así como también las fórmulas, lexemas complejos y locuciones, las frases proverbiales y los lexemas de origen extranjero y voces autóctonas de América. El lector podrá consultar este tipo de lemas en la riqueza de artículos presentados.
La entrada principal y las remisiones de esta gran obra, nos invitan a explorar las posibles variantes que una palabra determinada pueda ofrecer como en: cebiche, ceviche, sebiche, seviche. También aparece descrita la frecuencia de uso que el DA la especifica atendiendo a las cifras de hispanohablantes (no de habitantes) que la utilicen. (México, 104; Estados Unidos, 45: Colombia, 42; Argentina, 36…Nicaragua, 5;…).
Retoma los fenómenos semánticos como: sinonimia, homonimia y polisemia. En el caso de la homonimia, cada una de las palabras idénticas en su forma pero con significados diferentes lleva su etimología particular. Y en el de la polisemia, como todas tienen la misma etimología, aunque difieran entre sí algunos significados, esta aparece (si debe aparecer) solo una vez, en el lema.
Los lemas presentados en el diccionario, se encuentran ordenados alfabéticamente y se siguen las disposiciones aprobadas en el X Congreso de la Asociación de Academias (1994) a propósito de los dígrafos ch y ll. También en esta parte el lector puede acceder con mayor facilidad a indagar sobre uno que otro lema. La familiarización en el manejo de este tipo de texto, permitirá distinguir por ejemplo que los lemas que presentan marcación de género masculino y femenino irán en el orden, por ejemplo: playera, playero, playero,-a.
La información etimológica es expuesta en aquellas palabras que la necesiten, esto aprobará una mejor claridad semántica, especialmente sobre aquellos términos de procedencia patrimonial española. También se aclara que cuando los étimos son siglas o nombres propios lexicalizados, se indicará en el paréntesis etimológico. Y cuando el origen es controvertido o desconocido, se indica mediante etiquetas (De etim. contr.) y (De etim. desc.). Los casos dudosos llevan un signo de cerrar de interrogación. También se especifican aquellos términos de etimología onomatopéyica.
Como es de esperarse, el DA orienta hacia cómo indicará las Fórmulas de inclusión, es decir, cuando un lema es el resultado de algún tipo de modificación. Entonces la información etimológica comienza con la fórmula de inclusión correspondiente, como: abreviación (u.): aféresis (¡uta!): apócope (bro.): derivación (abajera): epéntesis (achuncuyarse): metátesis (abracar): paragoge (pinole): prótesis (abalear): y síncopa (agallero).
La información gramatical que se refleja en los diferentes artículos lexicográficos (exceptuando los adverbios, preposiciones, interjecciones y pronombres que no presentan ninguna dificultad), es referida hacia los sustantivos: masculino y femenino; adjetivos: masculino y femenino; verbos: transitivo, intransitivo y pronominal. Toda esta marcación también es de utilidad según el contorno morfosintáctico de consulta. La parte que prácticamente depende de la marcación gramatical es la combinación de categorías o subcategorías gramaticales en una misma acepción. Cada una de ellas se indican con símbolos especiales.
La información diatópica se determina en cada uno de las palabras del diccionario. De igual manera se realiza en las diferentes acepciones. Aparecen de acuerdo a la localización de los respectivos países, de norte a sur y de oeste a este. Esto es con el objetivo de facilitar la observación de las correspondientes isoglosas (línea imaginaria que en un mapa representa los límites de un mismo fenómeno lingüístico con los puntos intermedios entre ambos) léxicas.
En la frecuencia de uso, se orienta al lector que no llevan marca alguna los lemas y acepciones que se puedan usar en cualquier situación comunicativa, sin ninguna connotación o restricción. Así, se determina ubica especificación hacia palabras y definiciones que son de poco uso y obsolescentes.
Una de las partes más importantes de toda obra lexicográfica, es la definición. El DA aclara que éstas son lexicográficas y no enciclopédicas. Es un diccionario de palabras, no un diccionario de cosas. Son neutras, es decir objetivas, sin valoraciones de ningún tipo ni punto de vista particulares que reflejen una determinada posición o ideología. Mantienen unidad sintáctica. Son claras y precisas. Sin embargo, se podrá observar que algunas se presentan en solitario, es decir solas. Como en el caso de babosear(se). Y otras presentan informaciones marginales o complementarias. Dentro de la definición se ubica a los contornos. Los divide en contornos directos, especificadores y situacionales. En la Planta (Introducción del DA) el lector puede leer la orientación que se hace a este respecto.
Es relevante mencionar que este diccionario también aclara sobre las transiciones semánticas: metáforas y metonimias. Como además expone los casos especiales: onomatopeyas, interjecciones y locuciones interjectivas, fórmulas y frases proverbiales.
Hace uso de términos pertenecientes a la flora y fauna, brindándole una orientación, aunque compleja, adecuada. Explica que atiende a los casos de los semas (unidad mínima de significado lexical o gramatical) más altos del análisis componencial, y se excluyen informaciones externas y de superficie semántica. Ejemplo: bienteveo. El DA decide presentar la información del nombre científico por considerarla más certera.
El Diccionario de Americanismos enfoca en sus artículos lexicográficos, las marcaciones geográficas, sociolingüísticas y pragmáticas. En las primeras, se manejan dos marcas extremas del parámetro: urbano (descuidista) y rural (desempajar). En las segundas, recoge información de cuatro tipos: registro específico; valoración social; (prestigioso, eufemístico, vulgar, tabú) estratificación sociocultural (culto y popular) y los estilos lingüísticos (esmerado y espontáneo). En la tercera, indica la intención comunicativa del hablante y esta puede ser: afectuosa, despectiva, festiva o hiperbólica.
En los artículos se usa la parte denominada Observaciones. Esto es importante, porque añade algún tipo de acotación específica, alguna explicación de un uso determinado u otro aspecto de relevancia fonética, léxico-semántica o morfosintáctica de la palabra en estudio.
Quiero invitar a profesores, alumnos, estudiosos y al público en general a consultar, y a estudiar esta obra que es el esfuerzo y desvelo de un equipo de trabajo extraordinario. No olvidemos que el idioma español, como lengua materna, se habla en casi toda América (incluido Estados Unidos), España y algunas regiones de África. Y que como idioma es importante como lo es cualquier otro.
El Diccionario de Americanismos "es un primer acercamiento serio a la totalidad del español de América", asegura López Morales, para quien "sería fantástico que, luego, en cada país se animaran a hacer su propio diccionario". Nicaragua ya tiene este avance, pues estoy segura que pronto se publicará la cuarta edición (mejorada y aumentada) del Diccionario del Español de Nicaragua, que es precisamente continuación y reflejo del DA. Esto indica que se están ejercitando los pasos idóneos y acertados de las técnicas modernas de la lexicografía española.
Entonces, no nos queda más que empezar… ¡a leer y estudiar nuestra riqueza léxica-semántica de América!
Maestra Francis Mendoza Morán
Catedrática de la UNAN-Managua
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